Hay demonios interiores que te obligan a hacer determinadas cosas y demonios exteriores, también llamados amigos, que no te obligan a nada pero te incitan a hacer locuras. Aquí está la mía

martes, 23 de abril de 2019

Universo para-lelos, capítulo 8


—¿Pero de qué formulas hablas?

—Pues por ejemplo la teoría sobre la métrica de los agujeros de gusano que es ​
d s 2 = c 2 d t 2 + d l 2 + ( k 2 + l 2 ) ( d θ 2 + sin 2 θ d ϕ 2 ) {\displaystyle ds^{2}=-c^{2}{\text{d}}t^{2}+{\text{d}}l^{2}+(k^{2}+l^{2})({\text{d}}\theta ^{2}+\sin ^{2}\theta \,{\text{d}}\phi ^{2})}  
—Espera, espera. Me estás diciendo que todo lo que estás haciendo lo basas en la suposición de que los agujeros de gusano existen.

martes, 16 de abril de 2019

Universos para-lelos, capítulo 7


—De acuerdo. Pero deberías de establecer unas prioridades, es decir, tener claro lo que quieres.

—Lo que quiero es viajar en el tiempo.

viernes, 12 de abril de 2019

Universos para-lelos, capítulo 6


El día 6 de enero es un día muy especial para todos los niños. Es complicado imaginar a alguno durmiendo durante la noche entera, hay unos que sienten la llamada de Morfeo y para evitar caer en sus brazos beben cinco o seis vasos de agua para despertarse en mitad de la noche y ver a los Reyes Magos. Otros con los ojos como platos recurren a contar ovejas para conciliar el sueño avisados por sus padres de que los niños que no duerman no recibirán la visita de sus majestades.

martes, 9 de abril de 2019

Universos para-lelos, capítulo 5


—Nos acabamos de meter en un problema.

—No, matiza, estamos en tu casa, con tu máquina que apaga luces y con tus padres dando voces como si estuviésemos en temporada de berrea. Creo que el problema tiene nombre y apellido.

viernes, 5 de abril de 2019

Universos para-lelos, capítulo 4


Al quitar la sábana bajera se enganchó en un elemento metálico y por más que tirara no conseguía desengancharla. Tras varios improperios, en voz baja por supuesto para no alertar a sus padres, dio un tirón fortísimo y consiguió su objetivo: la sábana se soltó. La mala suerte en ocasiones se ceba con los genios, y él lo era, o al menos lo pretendía. Cayó de espaldas al suelo y la sábana lo tapó. Su miedo a los sitios oscuros y algo de claustrofobia lo hicieron todo. Trató de recuperar la verticalidad lo más rápido posible pero enganchó uno de los pies en el doblez de la sábana bajera. El resbalón lo hizo chocar con la mesa y lo que había arriba cayó sobre él. El grito alertó a su madre que dando golpes en la puerta trataba de abrirla a empujones. Consiguió zafarse del maldito trozo de tela, tapó el desastre, y como pudo lo puso en lo alto de la mesa para que su madre no adivinara lo que era desde lo alto de la escalera.

martes, 2 de abril de 2019

Universos para-lelos, capítulo 3

Manolo sacó del bolsillo de su chaqueta la llave del sótano y la observó. En su cabeza salía de su cuarto avanzando a hurtadillas hasta la escalera. Al llegar a la planta baja veía a su padre leyendo 1Q84 de Haruki Murakami. Con mucho cuidado lo cruzaba sin alertar a su padre. Llegaba a la altura de la puerta de la cocina y escuchaba ruido de platos y agua cayendo. Su madre estaba fregando. Un poco más adelante se encontraba el sótano. Abría y se colaba en su interior. El golpeo de unos nudillos en la puerta lo sacó de su ensoñación.

viernes, 29 de marzo de 2019

Universos para-lelos, capítulo 2


Cerró la puerta muy despacio tratando de amortiguar el ruido. Desgraciadamente no tuvo éxito. Una voz salió de la puerta a su izquierda, era la cocina y su madre no esperó ni a verlo para preguntarle por el resultado del trabajo de historia. Del cuarto del fondo llegó un ruido al arrastrar una silla. Lo siguiente que vio fue a un hombre de mediana edad, calvo y regordete. Era su padre. Se subió las gafas y rascándose la perilla lo miró esperando una respuesta.