Cerró
la puerta muy despacio tratando de amortiguar el ruido. Desgraciadamente no
tuvo éxito. Una voz salió de la puerta a su izquierda, era la cocina y su madre
no esperó ni a verlo para preguntarle por el resultado del trabajo de historia.
Del cuarto del fondo llegó un ruido al arrastrar una silla. Lo siguiente que
vio fue a un hombre de mediana edad, calvo y regordete. Era su padre. Se subió
las gafas y rascándose la perilla lo miró esperando una respuesta.
Es complicado volver pero cuando se vuelve con ganas y en buena compañía el reto llega a ser placentero
Hay demonios interiores que te obligan a hacer determinadas cosas y demonios exteriores, también llamados amigos, que no te obligan a nada pero te incitan a hacer locuras. Aquí está la mía
viernes, 29 de marzo de 2019
martes, 26 de marzo de 2019
Universos para-lelos, capítulo 1
—Corría
el año 206 a. C. y el general romano Escipión no dejaba de dar vueltas al trozo
de tela pintado a mano que le servía de mapa. Tenían totalmente rodeado al
pueblo que más tarde se llamaría Astigi y que era el último reducto de
cartagineses que quedaba en toda Hispania. Era imposible acercarse a ellos
debido a su peculiar orografía que les era favorable para detectar cualquier
acercamiento enemigo. Había pensado en un ataque con catapultas y destrozar
todo el poblado pero quería conquistarlo, no dejarlo reducido a cenizas.
Pensativo se secó el sudor de la frente y entonces… ¡Eureka! Levantó la mirada
hacia el Primus Pilus que esperaba sus órdenes, y con cara de satisfacción dijo
“Estamos a mitad de junio y empieza a hacer calor. Haremos que se rindan.” “¿Cómo
mi señor?” Le preguntó. “Fácil. Taponen el Singilis con piedras, arena, madera,
lo que sea, me da igual pero quiero que no entre nada de agua en ese poblado.
Los mataremos de sed.” Escipión sonreía malicioso. “Brillante señor. Ahora
mismo mando una centuria para allá y que lo lleven a cabo.” Y así fue como el
Imperio Romano conquistó el último escollo que le quedaba para tener el control
total sobre Hispania.
viernes, 22 de marzo de 2019
Y allí estaba yo
Y allí
estaba yo mientras llovían balas de todos lados. Y mi única obsesión era llegar
al final del pasillo para proteger lo más valioso de aquel lugar. Ella.
martes, 19 de marzo de 2019
viernes, 15 de marzo de 2019
Última extinción
Peldaño
a peldaño subía la interminable escalera que llevaba a la cima de la montaña.
Era poco ostentosa y muy funcional, tenía una misión y la cumplía. Era lo
mínimo que se le puede pedir a una escalera.
martes, 12 de marzo de 2019
Un fallo lo tiene cualquiera
Salí
de mi casa con mi magnífica “chupa” de cuero, mis botas negras tachonadas y mis
pantalones roídos. Había gastado medio bote de gomina para poder poner todos
mis pelos de punta ordenados en pequeños mechones. Me encantaba ese mundo. Me
encanta la estética punk.
viernes, 8 de marzo de 2019
martes, 5 de marzo de 2019
Fallo III Certamen literario Ediciones Negras
¡Por fin una buena noticia. Estamos de enhorabuena señores. Debo una invitación!
Antes que nada felicitar al ganador y al finalista del concurso. Yo no he sido ninguno de ellos pero sí que he sido seleccionado para aparecer publicado en el libro que recoge a los mejores relatos enviados. Gracias y a seguir trabajando.
Antes que nada felicitar al ganador y al finalista del concurso. Yo no he sido ninguno de ellos pero sí que he sido seleccionado para aparecer publicado en el libro que recoge a los mejores relatos enviados. Gracias y a seguir trabajando.
sábado, 2 de marzo de 2019
Revolver
En una
habitación blanca, sin ventanas ni puerta, dos personas se miran fijamente.
Jesús sostiene un revolver en su mano derecha.
—No me
dispares por favor.
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